Hola, yo me llamo Cachirri y soy el comentarista delegado por el equipo de Raíces Profundas Turismo Ecológico y Cultural en la campaña Semillas para la Escuela 2022. Mi misión será la de relatarles la gran aventura que tuve con todas las personas que se unieron a esta iniciativa y contarles las experiencias que tuve con los niños y niñas de diferentes veredas de San José del Guaviare de este departamento amazónico.
La campaña inició después de un largo receso por la situación mundial de la pandemia, es por esto que, en el año 2021, no viajamos a ningún lugar para evitar la propagación del contagio en territorios en donde no hay óptimos servicios médicos. En noviembre de este año, decidimos comenzar con nuestra habitual venta de calendarios para poder reunir dinero. 200 personas nos lo compraron, entre ellos nuestros clientes Raíces Profundas, familiares, amigos (nacionales e internacionales) y otras personas que se enteraron del chisme de la campaña y que se motivaron a participar.
Para el mes de diciembre, otros actores se unieron también a la campaña. Ellos nos dieron muchos útiles escolares, como cuadernos, lápices, cartucheras, tajalápices, borradores, maletas y juegos didácticos. Nos levantábamos muy temprano para evitar los trancones de la ciudad, e íbamos a encontrarnos con nuestros amigos en parques, los visitamos en sus casas y algunos nos invitaron a tomar onces (muchos buñuelos, natilla y tinto) y otros nos invitaron a almorzar, para finales de este mes, teníamos una gran parte de los útiles. Finalmente, hicimos un receso por las fiestas decembrinas y en enero retomamos la campaña.
Inició el 2022 y teníamos pensado viajar en la tercera semana de enero, pero, una de nuestras fieles amigas de las campañas anteriores falleció, Canela, la gatica que vivía en el centro de operaciones de Raíces Profundas enfermó de sus riñones y su cuerpo no lo pudo soportar. Esta triste y difícil situación generó cambios en todo lo que teníamos planeado. Con el dolor por lo ocurrido, pero con los ojos puestos en el cumplimiento del objetivo, continuamos nuestra labor.
Mientras estábamos vendiendo los calendarios y agrupando los útiles escolares. En el mes de noviembre nos pusimos en contacto, con una persona muy especial de San José del Guaviare, ella era Nohemí Delgado Rodríguez, Guía profesional de turismo y una de las fundadoras de EcoGuaviare, una organización comunitaria para el desarrollo rural y que ha venido trabajando desde la inclusión de personas en situación de discapacidad a través de diferentes actividades turísticas. Ella tenía la misión de identificar a los niños y niñas de algunas veredas de San José, para esto, realizó la gestión con los líderes comunales y con los profesores de algunas instituciones educativas. Nohemí nos informó que todo estaba listo para hacer las entregas. Entonces, fuimos a hacer las últimas compras al centro de la ciudad, además, visitamos la tienda INCI para comprar unas regletas y cuadernos especializados para niños ciegos. El viernes 21 de enero, a las 4:30 am Fonefo, Muu, Icteru, Ringo, Pollis, Choco, Dito, junto con el equipo de Raíces Profundas en Batará (Nuestra camioneta) emprendimos el viaje al destino. (Video de Cachirri con las compras de los útiles y en la Tienda INCI)
Viajamos por la vía al llano, y muchos kilómetros después de pasar por Villavicencio vimos por la carretera el letrero que decía Museo Guayupe, en el municipio de Puerto Santander. Decidimos parar y descansar un poco y adivinen, entramos al museo para conocer sobre las expresiones de estos indígenas. (Video de Cachirri en el Museo Guayupe)
Seguimos nuestro viaje y después de varios cierres en la carretera, sobre las 4:00 pm llegamos a San José del Guaviare. Nohemí y Sofia (Amiga de la familia) nos recibieron con los brazos abiertos. Llegamos a la casa de los padres de Nohemí, tomamos algo para refrescarnos y comenzamos a descargar todo lo que llevábamos, sacamos los útiles y los organizamos en sus bolsas individuales. Terminamos sobre la media noche, cansados pero motivados porque al otro día, iniciaban los viajes para la entrega y el encuentro con los niños y niñas en las veredas.
Equipo de Raíces Profundas Turismo Ecológico y Cultural y EcoGuaviare empacando los kits escolares.
Un nuevo día y nos fuimos a la primera vereda llamada Buenavista, quedaba cerca del río Guaviare y los niños ya nos estaban esperando, dimos unos minutos de espera e iniciamos la presentación y los juegos no podían faltar. Algo que me pareció curioso, es que algunos niños eran indígenas, entonces jugamos un poquito a que nos enseñaran algunas palabras en su dialecto. También los niños nos contaron que ellos iban a estar un tiempo en la escuela, pero después debían trasladarse a otro lugar, ya que, en temporada de lluvias, ese lugar se inunda porque el bosque que había, fue talado. En este sitio se quedó Pollis, una pollita muy tierna. Nos despedimos con una gran sonrisa y fuimos al siguiente lugar.
Llegamos a Puerto Arturo, es una vereda que queda al norte de San José del Guaviare, a la orilla de la carretera. Cuando llegamos ya algunos pequeños nos esperaban, los demás fueron llegando de a pocos y también algunos padres de familia se unieron a la actividad, jugamos grandes y pequeños, en esta vereda se quedó un amigo muy particular a quien le daban miedo las cámaras, nos referimos a “Dito” el cerdito. Casi era medio día y nos fuimos al último lugar del día.
Almorzamos y tomamos una siesta pequeñita en el estadero Picapiedra, en la vereda El Retiro. Choco y yo, nos dimos cuenta que los niños también llegaron muy puntuales y venían acompañados de los padres de familia, nuevamente hicimos juegos y nos reímos mucho de los que nos pasaba con las actividades y en general no hubo un solo niño que no le gustara lo que llevaban en los kits escolares. Me despedí de Choco, quien hablaba un poco raro, pero quedó feliz. Cuando terminamos, nos dijeron que estábamos cerca de una laguna, entonces nos fuimos a visitarla y para ver las aves del lugar. Felices y cansados, regresamos a la finca en donde nos estábamos quedando, empacamos los útiles para el siguiente día en Batará y fuimos a descansar.
Muy temprano nos levantamos ese domingo, desayunamos muy bien gracias a Sofia y nos fuimos a un lugar mágico, la carretera polvorienta y con algunos huecos grandes no fueron el impedimento para llegar a la vereda Bocas del Raudal, a orillas del hermoso río Guayabero. Icteru fue el personaje que se quedó en ese lugar con unos niños muy dinámicos y que se gozaron los juegos hasta en el piso, ya que varias veces se cayeron por andar jugando al Dragón. En este lugar, algunos niños llegaron tarde, porque debían hacer los quehaceres antes de ir a la actividad, sin embargo, alcanzaron a estar con nosotros y recibir el kit. Cuando se fueron los niños, nos quedó un poquito de tiempo libre antes del almuerzo, entonces, dimos un pequeño viaje por el río en lancha y conocimos el Raudal de Angosturas II.
Después del almuerzo, nos desviamos para ir a la vereda Cerro Azul en la Serranía de la Lindosa, un lugar que es Área Arqueológica Protegida y en el que se siente la curiosidad por descifrar los mensajes que los primeros habitantes de la Amazonía que dejaron plasmados en las rocas hace 12000 años. En este hermoso lugar, los niños y los padres de familia nos esperaban en el gran salón en donde reciben a los turistas cuando van a visitar la zona arqueológica. Jugamos mucho, y entregamos muchos útiles escolares, Ringo se quedó a vivir en este sitio, nos tomamos una foto en un gran mural, en donde pintaron los animales más representativos del lugar, nos brindaron una fría gaseosa y entre risas, continuamos el camino. Llegó la noche y tuvimos que pasar por un incendio forestal, que por estos días y todos los años, nuestras selvas se ven afectadas y son exterminadas por medio de esta práctica.
Llegó el último día de entrega, esta vez, visitamos dos instituciones educativas que trabajan con niños en situación de discapacidad. En la primera, cuando íbamos llegando al salón, se escuchaban algunos instrumentos musicales, entramos y compartimos con los niños por medio de rondas infantiles. En este lugar se quedó a vivir Fonefo, que con su agilidad logró llamar la atención de todos y contagiar de curiosidad al momento de ver los útiles escolares. También dejamos dos cuadernos especializados con las regletas para un niño y una niña ciega. Sabemos bien que las van a utilizar, ya que la profe nos dijo que no tenían estos implementos escolares.
Salimos corriendo a nuestra segunda institución a las afueras de San José del Guaviare y que trabaja también con niños en situación de discapacidad, cuando llegamos, ya nos estaban esperando, esta vez, nosotros llegamos un poco tarde, pero también jugamos un buen rato y les entregamos los kits escolares. Nos expresaron su agradecimiento y nuestra amiga Muu, se quedó a vivir en este lugar.
Nos preparamos para viajar a nuestro último lugar, Nohemí seleccionó a una comunidad indígena en las afueras de San José del Guaviare, entonces, sobre las cinco de la tarde, llegamos al resguardo indígena el Refugio, en el cual habitan distintas comunidades. Los niños y niñas nos estaban esperando en una la maloca, jugamos con ellos hasta el atardecer y muy contentos recibieron los kits escolares. Llegó la noche y en la comunidad no había energía, entonces, llego un momento difícil, debía despedirme de Nohemí y del Equipo Raíces Profundas, entonces, en medio del gran grupo de niños, una niña que participó mucho en la actividad y que fue completamente feliz mientras jugábamos, fue seleccionada para que me abriera la puerta de mi nuevo hogar, es por esto que me quedé a vivir aquí, con Alix Rodríguez.
Ahora vivo aquí con ella, salgo a jugar con todos los niños indígenas de este resguardo, ya me dieron la bienvenida los abuelos, hasta me pintaron unas rayas en el rostro y tengo una pluma en la cabeza. Todos los días salgo a ver los micos y las aves de la Amazonía que llegan por acá cerca a la Maloca para irrumpir la pereza con sus cantos. Desde este mágico lugar, quiero agradecer a todas las personas que nos apoyaron para que la Campaña Semillas Escuela 2022 haya sido significativa para todos. Cada calendario entregado, cada cuaderno donado, cada juguete obsequiado y cada monto de dinero recibido para la compra de los útiles escolares, contribuyó a que se hubiese promovido la idea de continuar estudiando en 170 niños y niñas que viven en una realidad distinta a la nuestra, además, en cada lugar se entregaron paquetes de materiales para el desarrollo de actividades escolares en las escuelas de las veredas. Visitamos con Nohemí y con el equipo de Raíces Profundas cinco veredas, dos instituciones educativas y un resguardo indígena y a pesar de las distancias, los caminos polvorientos y los distintos problemas de estos territorios, siempre encontramos en cada niño, niña, madre, padre y líder una mirada acompañada de una sonrisa de agradecimiento. Es muy importante agradecer a cada representante de las comunidades e instituciones que nos brindaron un almuerzo, un vaso de gaseosa o de agua, en especial a los padres de Nohemí, quienes nos abrieron las puertas de su artística y hermosa casa, en donde pudimos dormir, comer y tomarnos muchos tintos bien cargados.
Finalmente, agradecemos la labor de Nohemí, una gran representante de ECOGUAVIARE, quien con su moto viajó antes y durante esta aventura por todo el territorio haciendo toda la gestión con los líderes, y quien con su gran amor por los demás trabajó hombro a hombro con nosotros para cumplir con el objetivo trazado.
Muchas gracias a todos ustedes, que con su actuar altruista, permitieron que este año, los niños y niñas de San José de Guaviare, tuvieran una semilla en su escuela para continuar estudiando.
Los quiere,
Cachirri.
Presentador Oficial Campaña Semillas para la Escuela.
Raíces Profundas Turismo Ecológico y Cultural.
Si quieres ver todos los videos de nuestra aventura, puedes ingresar a los siguientes links:
Día 1: Empacando los kits escolares.
Día 2: Pollis y Cachirri en la vereda Buenavista:
Día 2: Dito el CerDito y Cachirri en la vereda Puerto Arturo:
Día 2: Choco y Cachirri en la vereda el Retiro:
Día 3: Icteru y Cachirri en la vereda Bocas del Raudal a orillas del río Guayabero:
Día 3: Ringo y Cachirri en la vereda Cerro Azul:
Día 4: Fonefo y Cachirri en el CDR – San José del Guaviare:
Día 4: Muu y Cachirri – San José del Guaviare:
Día 4: Resguardo indígena el Refugio – San José del Guaviare, el nuevo hogar de Cachirri con Alix: